lunes, 18 de enero de 2010

VIDEO PARA LOS AMIGOS


Mientras los pintores hacen su tarea en el living quedo confinado a la habitación en la que Alejandra hace sus trabajos particulares de diseño, cartelería e incipiente camisetería. Los libros han volado de los estantes previniendo su disgusto ante el polvillo. Por suerte me queda la computadora. ¿Qué hago? …
Lo mejor va a ser que entre a Internet… ¿Para qué?
Casi mecánicamente vuelvo sobre un proyecto que tengo desde hace unos cuantos años. Traducir. Traducir versos en inglés que me gusten.

Podría ser “She walks in beauty, like the night…”

O

“Gaze no more in the bitter glass
The demons with their subtle guile
Lift up before us when they pass
Or only gaze a little while…”

Pero no estoy para ese tipo de poesía.

Instintivamente marco “Hey oh”. Me encuentro con lo que quería: la canción más conocida del Stadium Arcadium de los Red Hot y pienso en mi vinculación con esta banda mientras miro el video y me pregunto cómo es que mi rechazo inicial se trocó en el más absoluto fanatismo. Al principio los despreciaba un poco amparado en esa primigenia rivalidad con los que sí me gustaban que eran los Gun´s y que ahora francamente no soporto. Creo que todo tiene que ver con el crecimiento de la banda en el aspecto musical ya que sus músicos son expertos instrumentistas, pero sobre todo con la postura bastante combativa. Kiedis no habla en los conciertos. La gente paga por escuchar música y eso es lo que da hasta las últimas consecuencias. Por eso el último concierto en Argentina a los críticos les pareció “frío”. Kiedis no apareció con ninguna camiseta de la selección por ejemplo, y eso les dolió a un par de revistas.
Otro aparte es para las letras. Surrealismo en su más pura expresión. Incluso creacionismo, aunque ellos ni siquiera lo sepan. Y basta con un par de ejemplos: “Snow (Hey oh)” cuyo video podrán disfrutar los/as amigos/as lectores copiando y pegando en la barra la siguiente dirección: http://www.youtube.com/watch?v=yuFI5KSPAt4, o “Californication” o “Death of a martian”.
Por último, siento con esta banda lo que no siento con los Gun´s: me han acompañado en el camino. Y entonces recuerdo que alguien dijo que Stadium Arcadium era un disco de esos para poner en el auto cuando se hace ruta en largo, para ponerlo y dejarlo transcurrir.

lunes, 4 de enero de 2010

Al día con las lecturas


Bueno amigos, después de una larga ausencia que me ha tenido alejado de estas canchas (no de otras), vuelvo con el inventario final de lecturas del 2009 (y primeros días del 2010).

PADRES E HIJOS, de Iván Turguéniev. Este autor es uno que siempre aparece en la lista de grandes escritores del realismo ruso, pegadito a Tolstoi y Dostoievski, es decir, como en un segundo escalón después de ese gran número uno compartido. Padres e hijos es una novela notable en la que se relata la vida de dos amigos, Basarov y Arkadi. Son dos aprendices de nihilistas (Basarov está más adelantado), lo que la vuelve una novela de hondo contenido filosófico. Recomiendo mucho.

SETEMBRADA, de Eduardo Belgrano Rawson. Otra linda novela que narra los sucesos de la guerra del Paraguay, infame agresión en la que Uruguay participó del lado vencedor. Un grupo harto heterogéneo al comando de un globo aerostático de espionaje transita por la selva y el río Paraná en busca del buen humor. Hay alguna objetable comparación anacrónica, pero después se disfruta.

EL ARTE DEL PARPADEO, de Alejandro Ferreiro. La leí en el marco de mi nueva faceta como colaborador de La Diaria. Me gustó mucho lo que hace el autor y los riesgos que corre. Escribe sobre la lucha de un hombre con un pez sin ser Hemingway… No le sale mal. Muy por el contrario, es una novela en cierto punto fascinante.

LAS DOS MUERTES DE DIONISIO DÍAZ, de Matías Castro. También para La Diaria, en este caso se trata de una completa investigación de este mítico niño héroe de Treinta y Tres (¡¡¡los pagos de mi apreciado I. F. de P.!!!). Recomiendo este libro sobremanera, a pesar de ciertas dificultades en la edición que el lector haría muy bien en soslayar en beneficio de una lectura fluida. La parte final, donde se cuentan algunos aspectos de la vida de Marina Ramos (la hermana que Dionisio salvó), que aún vive, es muy, muy emotiva.

CAÍN, de José Saramago. El bueno de José usa y abusa de sus fanáticos… No sé qué decirles… me ha dejado un poco anonadado… Caín participa de todos los eventos centrales del Génesis y se enfrenta cada vez que puede a ese dios cruel con el que Saramago tiene esa rivalidad ancestral. Nada nuevo bajo el sol. Apenas un Nietzsche un poco más loco… Y no para ahí el descontrol: Caín realiza su periplo viajando en el tiempo de atrás para adelante y de nuevo para atrás sin que nadie pueda explicar nada… Como admirador de este hombre le pido por favor que no la trabaje más de taquito. Que descanse y opine de los EEUU si quiere… pero que afloje un poco. ¿Por qué no unas memorias, José, en vez de ficción?

¡¡¡SALUD A TODOS/AS EN ESTE COMIENZO DE AÑO!!!