lunes, 28 de junio de 2010

LA NOCHE QUE NO SE REPITE (ex FICHAS)


Amigos del talón (si es que queda alguno después de tanta desidia bloguera…): estoy tan feliz como pueda estarlo una persona semi consciente de la realidad del mundo, por varios motivos en los que entran mi familia, mi trabajo, la selección de fútbol, el que ayer pude ver un partido del mundial con dos de mis tres mejores amigos (y calentarnos por lo mismo, y pasar un buen rato), etc. Otro de estos motivos que contribuye a mi estado de ánimo es la edición de una humilde novela mía que compuse hace dos años y que algunos de ustedes han tenido la ingrata suerte de leer a modo de conejillos de indias o correctores. Esta novela que tanto me ha gustado hacer (al menos eso sí lo tengo claro, que me gustó mucho escribirla, además de que coincidió con los últimos meses de Santiago en la panza de su mamá…) y que en otros tiempos se llamó Fichas, sale editada con el pomposo nombre de La noche que no se repite a través de Ediciones Altazor, una editorial peruana amiga cuyo contacto es obra del azar y de la crítica Ana Inés Larre Borges. El asunto se acompaña con una gira por varias ciudades del Perú en la que estaré participando junto a otros escritores latinoamericanos menores de 40 durante la segunda mitad del mes de julio (de hecho salgo el 10, un día antes de que nos consagremos con Forlán y Arévalo Ríos, y no olvidemos al Ruso Pérez ni a Cavanni, y pego la vuelta el 28). La verdad es que es una linda sensación, a la vez que un poco, ¿por qué no decirlo?, angustiante el hecho de tener que irme lejos, aunque sea por unos días, de las dos cosas (tres, en realidad, porque quien vea a Alejandra verá a dos personas, una de ellas bien oculta, pero está…) que más quiero en el mundo… En fin… las mudanzas de la vida y sus cosas lindas.