miércoles, 10 de noviembre de 2010

SOBRE LA POLÉMICA

La tele dice 23:22 en el lugar que marca el horario. Mi día hoy comenzó a las 05:50. Alejandra está entrando al octavo mes y ya tiene contracciones. Debo trabajar y en los ratos libres encargarme de Santiago, que intuye todo. Aclaro, entonces: estoy cansado. Por eso soy capaz de decir cualquier disparate. Vayamos al grano.
Un par de posts en distintos blogs han generado muchos comentarios últimamente. Confieso que tras la lectura de ellos y de los correspondientes comentarios mi primera reacción fue la virulencia. Pero supe contenerla a tiempo. En caliente, no habría respondido de mí. Para mi sorpresa, hoy de tarde, hace un rato, encuentro que el asunto se había complicado con citas a diversos escritores y comentarios de muchos otros bloggers, presumo que también escritores. En fin, se armó una polémica que me causó, otra vez, una enorme sensación de injusticia y una virulencia aún más jodida y que ahora contengo apenas.
Por eso y por muchas otras cosas, en lugar de ensañarme con alguien, con muchos, voy a tratar simplemente de decir lo que pienso sobre algunas cuestiones aludidas vaya a saber uno por quién.
1- Transgresión. Yo qué sé… hay escritores que transgreden y están buenos. Hay escritores que transgreden y son atroces. Yo no defiendo la transgresión. No creo que tenga un valor en sí misma ni creo que el escritor que transgreda deba ser evaluado de forma diferencial por la crítica o quién sea. No me interesa el tema.
2- Literatura versus vida. Me parece que estamos frente a una falsa oposición. Entre las múltiples teorías que cabría mencionar me quedo con aquella que plantea una idea ontológica bastante simple (mi clase favorita de ideas, creo): uno es su texto y su contexto. El escritor es muchas otras cosas además de escritor. Yo, por ejemplo, que supuestamente sería un escritor, además trabajo en la docencia, me gusta jugar al fútbol, estoy casado, no bebo, ahora ni siquiera me drogo, crío a mi hijo lo mejor que puedo en los valores en los que fui criado y de los que muchas veces renegué, ocasionalmente (intentando no morirme joven) salgo a correr y disfruto muchísimo cuando con mis otros amigos escritores jugamos ese legendario partido de fútbol en Minas. Este año la alegría más grande que me deparó la literatura fue que estos amigos me dieran un humilde pero significativo trofeo de mejor jugador entre aplausos y risas. No exagero. Lo que sentí en ese momento juro que no lo sentí en ninguna presentación de novela que me haya tenido por autor.
3- Por lo último mencionado, no creo que la literatura sea más importante o menos importante que cada una de esas otras cosas que nos gustan y nos hacen bien. Ahorramos para comprar un auto decente y lo hicimos. ¿Por qué eso está mal?
4- Mi texto, el texto de mi vida, los hechos que componen mi historia, ínfima por cierto, todo eso ha sido escrito por mí y por mis amigos. A mí me duele cuando se jode a uno de mis amigos de forma gratuita. Me duele cuando es otro de mis amigos el que lo hace. Es una especie de angustia que no puedo evitar, una opresión en el pecho, un sentimiento de profunda injusticia que me hace ponerme del lado que fue jodido. No me gusta que pasen estas cosas, que es lo mismo que decir que no me gusta que alguien, en el uso pleno de su más leal saber y entender, priorice la expresión de su más crudo pensamiento por encima de la amistad. Y que quede claro que no estoy hablando de criticar la obra o esas cuestiones. Estoy hablando de gestos de los hombres y de cómo esos gestos los definen.
5- Dani Umpi. ¿Transgresor? ¡Qué carajo me importa a mí esto! Para mí Dani Umpi es la imagen de un tipo feliz. Si para eso escribe novelas cada tanto, baila como mujer, versiona cumbias, sale con sus “amigas” o estudia pandereta, mis respetos. Usted, amigo Dani, ha logrado lo que yo más ansío: ser feliz. Es decir, espero que lo sea. Al menos se lo ve así.
6- Postura de escritor intelectual. Alguna vez la intenté y pasé vergüenza. No sé cómo las personas que la intentan no se dan cuenta de lo feo que quedan. En esta vida lo que hay que ser es hombre. O mujer. U homosexual. Es decir, para decirlo de una vez, en esta vida hay que ser sujeto. Y el sujeto es una cosa mucho más amplia que el escritor intelectual. El escritor intelectual es una mínima parte de ese sujeto.
7- Yo escribo por… Porque me gusta escribir, me divierte mucho escribir. Me llena de ilusión escribir. Creo que nací para escribir por una sencilla razón de la que nunca he hablado pero que ahora mismo viene a cuento. Corría el año 2002. Estaba leyendo de forma incontenible a Tolkien en medio de profundos problemas familiares que aquejaban a mis padres y a mi hermano, asociadas estas cosas a una enfermedad que terminó por unirnos más. Como catarsis escribía cuentos de un extraño planeta. En el 2003 decidí enviarlos al concurso literario de la IMM. El día que los iba a presentar, personalmente, llegué a Montevideo como a las diez, un poco angustiado porque en el viaje había estado pensando en mi abuelo muerto hacía poco. Desde la terminal me fui a 18 y comencé a recorrer esas pocas cuadras hasta la intendencia. Había mucho tránsito. En determinado momento veo que una pareja mira una vidriera con atención. La niña que los acompaña se suelta de la mano de su madre y empieza a correr hacia la calle. La mujer, sorprendida, grita algo. Yo corro hacia la niña y la agarro desde atrás cuando ya había dado dos pasos en la calle. Se la entregué a la mujer que me quedó mirando y dijo algo que no entendí y seguí caminando. En ese momento sentí que todo lo que había escrito bien podía ser una gran cagada, pero había valido la pena.
8- También escribo porque sueño con este futuro: Alejandra, Santi, Aynara y yo vivimos en un lugar que da a la costa en una linda casa con algunos toques rústicos. La compramos con la plata que me dan mis libros. De mañana temprano salgo a correr por la arena. Llevo a mis hijos a la escuela. Escribo de diez a doce, máximo. Me divierto mucho cuando lo hago. Preparo la comida y paso a buscar a Ale que está trabajando y después a Santi y a Aynara. De tarde leo mucho y sin presión y sin estrés. Leo sólo a quienes me gustan y puedo hacer alguna excepción con algún clásico que no deba faltar. De noche intento que Dios me escuche. Trato de no ser injusto ni hijo de puta con nadie. Estaría bueno también ver alguna película, ir al cine, hacer algún asado cada tanto con amigos. Es decir, la creme de la creme de la no transgresión. Lo bravo va a ser que mis libros me den alguna vez todo eso… Mientras tanto, a laburar. Ah… me olvidaba: ¡tengo una canoa! ¡Salgo a remar dos o tres veces por semana y hago una travesía de quince días una vez al año!
9- La literatura es un medio. Nunca un fin en sí mismo. Nunca un monstruo etéreo que se fagocita a sí mismo en su autoconciencia y en la ilusión de la autoconciencia de su “importancia”.

La tele dice 00:14. Me voy. Mi día empieza en seis horas.

22 comentarios:

Unknown dijo...

Me hubiera gustado escribir el punto 1. Envidio de modo enfermizo la canoa, la casa en la playa y esas cosas. Y quiero ser un best seller, de eso no me cabe la mínima duda.
Me parece que pensamos cosas parecidas. Le apunto más o menos al mismo blanco, pero me parece que me falta afinar mucho la puntería...
Sobre el punto 4, tengo una visión distinta. Si se trata de la polemiquita sobre Umpi (a quien apoyo incondicionalmente), me parece que no fue más que un chisporroteo bastante livianita entre dos tipos que no se conocen, a raíz de una interferencia en la comunicación.Sobre todo porque estoy muy de acuerdo con tu punto 9.
Espero que tu pecho se descomprima, si querés puedo hablar con mis dioses para que lo destraben...
Abrazo

Ramiro Sanchiz dijo...

Pedro, ante todo: lo dicho sobre Leonardo nunca fue a título personal. Me explico: mi post se limitó a señalar que en los escritores es dable reconocer actitudes, y que entre las actitudes que puedo percibir hay una que me parece tiende a lo que llamé medianía o mediocridad. Y que esa actitud creía reconocerla hasta cierto punto más en Leonardo que en otros escritores; él tendrá otras "actitudes" que no lo convertirán en parte de esa medianía, se puede pensar, pero más allá de eso no hay ningún impulso de criticarlo en cuanto persona. Es una diferencia estética, en todo caso, no personal ni ética.
Mi post hablaba de actitudes, no de personas; por eso inicialmente no llevaba nombres. Cuando se me pidió -en una buena, asumí- que mencionara, mencioné, pero siempre desde un plano estético, por decirlo así. Me consta que Leonardo lo tomó de modo personal; aunque habrá quien difiera, supongo, en cuanto a mí intención no hubo ningun deseo de agredirlo en cuanto persona. Además, apenas lo conozco.
(Sigo en otro comentario porque había hecho uno largo con más puntos y blogger colapsó, haciéndolo desaparecer)

Ramiro Sanchiz dijo...

Ahora voy casi punto por punto.
1. Yo me limité a decir de Umpi que su prosa no es transgresora, aunque haya quien opine que sí o que la presente o quiera vender como que sí.
2. Literatura y vida. En mi opinión no se trata de una falsa oposición; se trata de una especialmente compleja e interpenetrada.
3. La importancia que se le concede a la literatura ha de variar según el escritor. Para mí es sumamente importante, más que muchas cosas que también me importan. Ese contorno que uno va trazando y mudando es también el perfil en el tiempo de un escritor.
(sigue)

Ramiro Sanchiz dijo...

4. en cuanto a atacar o joder a Leonardo, me remito a lo que escribí primero.
5. la felicidad de Dani Umpi. No me importa; de lo que hablé es de la figura de escritor que proyecta su obra.
6. En mi opinión, como hipótesis de trabajo si se quiere, un escritor ES un intelectual, aunque no todos los intelectuales sean escritores.
7. El por qué uno escribe o cree que escribe es tan subjetivo que lo único a lo que se puede llegar es que cada uno exprese su actitud al respecto, y según lo que diga (verdad o mentira) se podrá adivinar algo de ese escritor, una huella.
(sigue y termina)

Ramiro Sanchiz dijo...

8. jamás dije que estuviera "mal" comprarse un auto. Sólo señalo que, para el escritor que me interesa ser, es algo totalmente secundario que si se da, se da. Si me hacen elegir entre una vida austera y no trabajar formalmente, muchas horas o con un buen sueldo para estar el mayor tiempo posible escribiendo o corrigiendo, eligiré siempre eso. Van Gogh debía dudar entre comprar óleos y comprar comida, lo cual es espantoso, pero en muchas ocasiones eligió comprar óleos, y en otras tantas se los comió. Aunque sea solo un mito es significativo, es una figura.
9. de acuerdo. la literatura es un medio, y cada uno sabrá o indagará (y aquí sí creo en una "obligación" de pensarlo) qué hará al respecto o que espera conseguir.
Y aunque esto no es tanto una polémica como un "yo pienso que...", creo que valia la pena aclarar algunas cosas.
Abrazo!!!

Ramiro Sanchiz dijo...

y perdón por usurpar tanto espacio, pero este tema parece que tocó algunas fibras sensibles y prefiero dejar todo claro

Unknown dijo...

Leonardo no es mediano.

Unknown dijo...

Y tiene una sintaxis muy elegante.

Ramiro Sanchiz dijo...

uff... veo que hay gente que se niega a entender...

Pedro Peña dijo...

Ramiro: como dije en esta misma entrada, uno es su texto y su contexto. Mi concepción de sujeto creador hace totalmente imposible para mí disociar lo personal de lo intelectual. Ese dualismo cartesiano que utilizás para mí es perimido. Entiendo que lo uses para justificar tu opinión, pero yo no creo en eso y es una cuestión de fe. Por otro lado, lo ético y lo estético no son categorías separables en mi concepción del arte, Ramiro. No necesito nombrarte ningún griego antiguo que sustente este pensamiento ni tampoco ningún santo de la Edad Media. Mucho menos es necesario mencionar ningún teórico del siglo XX. Si vos podés sustentar esa separación estamos parados desde paradigmas epistemológicos distintos y jamás nos vamos a entender porque sería predicar para conversos. Yo no puedo hacerlo por un tema de concepción del mundo. Adjudicarle a alguien una actitud que tiende a la medianía o la mediocridad es para mí un cuestionamiento estético, cómo no, pero también ético, porque en lo uno va lo otro. Y es al sujeto entero, indivisible, individuo. Ese es mi dolor, porque ahora podés decorar cómo vos quieras esas palabras, Ramiro, pero mientras no asumas lo que para mí fue un error jodido, no vas a poder hacer lo que yo haría si me diera cuenta de ese error que cometí: retractarme y pedir disculpas. En mi modestísimo entendimiento no cabe la idea de que una persona, cuando se equivoca, no asuma su responsabilidad y se empecine. Pero a su vez entendería perfectamente que no lo hicieras y que justificaras el no hacerlo con alguna muy atendible fundamentación totalmente racional y anclada en el pensamiento. De lo que yo te hablo no es de algo a lo que pueda aplicarse el pensamiento. Te hablo del sentimiento, del dolor de ver vilipendiado de forma grosera y gratuita el nombre de alguien a quien aprecio, de alguien que me quiere, que quiere a mi familia, de alguien que ha sido el sostén más importante que he tenido a la hora de escribir. Te hablo de querer, Ramiro, y de cuidar a los que querés. Por eso estoy con I F de P cuando dice que Leonardo no es mediano. Y entiendo que vos te frustres porque supuestamente no te entendemos y largues un ufff muy significativo hacia tanto papanatas que anda en la vuelta. Pero yo no creo que Ignacio se niegue a entender. Negarse sería un acto estrictamente racional. No te entendemos, creo, porque no compartimos tu código.

Unknown dijo...

Entiendo claro.
Cuando uno sabe dos cosas sobre el lenguaje, sabe que las estructuras sintácticas son portadoras de significación. Es decir, un tipo que escribe bien no es mediano. Un tipo que escribe bien logra que otro entienda con cierta facilidad y en no demasiadas palabras lo que a él le costó trabajo. Por el contrario, la sintaxis enrevesada suele representar dos cosas: incapacidad pura o hacerse el difícil (que tal vez sea una variante de la primera). Hay una ética indisoluble de la estética.
Además, ¿quién tiene la autoridad para decir que otro es mediano, grande o chico? ¿Existe alguien que pueda juzgar a otra persona? ¿Alguien tiene la verdad revelada?
Ni siquiera la justicia debe juzgar a la persona sino solamente la adecuación o no de sus actos a la ley. Y, si nos ponemos a hablar de literatura, yo prefiero simplemente hablar del texto, para el cual hay herramientas teóricas suficientes para ver su hechura. Y, de hecho, eso es menos importante que decir si me gusta, si más o menos o si no.
Como dice Pedro, hay algunas cosas que uno puede usar como columna vertebral para la vida, sobre todo para cuando uno la caga por bocón, como a mí me ha pasado también.

Fiorella dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Pedro Peña dijo...

Obvio que el que suprimió fue el autor del comentario, no el del blog.

Pedro Peña dijo...

Nacho: me olvidé de agradecer tu participación en este post y en los anteriores.
Un abrazo!!!

Leonardo de León dijo...

"¡Si al menos el hombre aprendiera a no juzgar, a no pensar en términos netos y positivos, a no dar respuesta a preguntas que únicamente se le formulan porque son irresolubles! ¡Si al menos comprendiera que toda idea es mendaz y al mismo tiempo justa!"

Tolstoi... Sin duda, un mediocre.

Ramiro Sanchiz dijo...

Pedro: En cuanto a Leonardo; y bueno, estamos en desacuerdo. Porque no considero que me equivoqué con lo de Leonardo ni le voy a pedir disculpas; hacerlo sería hipócrita, ya que siento meramente haber actuado de acuerdo a lo que creo. Y sí, podemos estar en paradigmas diferentes, ya que creo que hay afirmaciones estéticas que se pueden plantear sin resonancias éticas. Que es posible, al menos.
Creo que precisamente lo resumís bien: no compartimos ciertos códigos. Mi post, más allá de Umpi o de Leonardo, era una manera de decir :estos son algunos de mis códigos. No pretendo que los compartas ni que los compartan Leonardo o Fito. Mi código es decir lo que pienso; si se trata de alguien con quien estaba todo bien (lo cual no era cierto; por una carta que me envió Leonardo queda claro que el tenía sus reservas para conmigo), la crítica, de hacerse, va sin intención de agraviar. Yo creo, y lo repetiré todo lo necesario, y aquí va otro de mis "códigos", que se puede criticar más duramente todavía a una persona, incluso a un amigo; a mí Fito, incluso Leonardo, me han criticado duramente y hasta ahora -en el caso de Leonardo, no en el de Fito- jamás me sentí agraviado ni tocado en lo personal. Pero, repito, ese es mi código, no pretendo que sea compartido.

Ramiro Sanchiz dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ramiro Sanchiz dijo...

Leonardo: 1) te puedo buscar y encontrar mil citas que dicen lo contrario de gente tan poco mediocre o tan genial como Tolstoi. No deja de ser su opinión. Además, sabés bien que Tolstoi tenía ideas bastante definidas y personales sobre el alma, el espíritu, el hombre y mil cosas más, que uno puede compartir o no. Creo que no es ningún pecado -¿no te parece?- decir "no estoy de acuerdo con Tolstoi". ¿O vos estás de acuerdo con todos los tipos ilustres del canon literario?
Porque si es por eso, yo estoy más de acuerdo con Nietzsche, entonces te lo cito y listo.

Ramiro Sanchiz dijo...

F. de P.: Fernando: digo que no me entendiste porque seguís sosteniendo que yo dije "Leonardo es mediocre", cuando yo dije -y repito- que entre las múltiples "actitudes" que puede tener como escritor, una de ellas -EN MI OPINIÓN SUBJETIVISIMA, PERSONAL, CAPRICHOSA Y TODO LO QUE QUIERAS ANTEPONER CON TODO DERECHO- es el tipo de actitud que, A MI ENTENDER, SUELE tender a la medianía o mediocridad. Creo que está claro esto en todas las veces que lo dije, y si no, creo que queda claro ahora.

Ramiro Sanchiz dijo...

Y por último: debe haber docenas de escritores que escriben bien y son mediocres. ¿Les parece que basta con escribir bien para ser un buen escritor?

Unknown dijo...

Sanchiz:
Hemos tenido una larga discusión al pedo, en la que, más que un intercambio, ha sido una manifestación de dónde estamos parados.
La respuesta a la última pregunta es que, obviamente, sí. Ahora bien, si hablamos de qué se precisa para ser una buena persona, ni siquiera se precisa saber escribir y sí otras cosas harto más importantes que es en vano mencionar porque se aprenden viviéndolas.

Ramiro Sanchiz dijo...

Bueno, genial, ya que decís que no hemos argumentado, y tenés razón, te propongo argumentar. ¿Por qué basta escribir bien para ser un buen escritor?